lunes, 9 de noviembre de 2015

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Bienvenidos a nuestro blogger, aquí encontraran artículos, vídeos, una encuesta y múltiple información sobre el clasismo en las universidades de Bogotá, entendiendo por clasismo la discriminación hacia otra persona por sus ingresos económicos. Si tienes algún comentario o aporte para nosotros lo puedes dejar en la parte inferior de la página.

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¿Qué es?

Es un tipo de discriminación a base de sus clases sociales, el nivel de influencia en las masas y el poder político




Ejemplo: Una persona decide no contratar en un empleo en el banco a una persona porque no tiene pertinencia en determinada clase social


Se divide en dos tipos


  • El clasismo individual: Se presenta cuando la discriminación entorno a las clases es por parte de una persona(Victimario) a otro(Victima)



  • El clasismo estructural o institucional: Se presenta cuando el estado, la escuela o la iglesia discrimina en torno a las bases, creando así estamentos sociales



La diferencia entre este tipo y el clasismo individual es que este es mas colectivo y va oculto, este comportamiento a sido movido de estudio por diversos científicos




En este vídeo se explica de forma interactiva acerca del clasismo y como se relaciona con la educación directamente



 Historia del clasismo en Colombia  


Lo que evidencia el arraigo de la estructura clasista en Colombia fue la incapacidad del narcotráfico, con todo su poder de penetración, de poder pertenecer a las altas esferas sociales. Los narcotraficantes eligieron y coronaron reinas de belleza, trajeron animales de África, tenían piscinas en distintas formas (una con el mapa del Caquetá), ponían al campeón del fútbol colombiano, financiaron campañas presidenciales (una comprobada ocho mil veces), ejecutaron magnicidios, aterrorizaron con sus bombas a toda la sociedad, tramitaron leyes a su medida en el Congreso (narcomicos), pero hubo algo que jamás pudieron hacer: pertenecer a la élite social ni a sus clubes sociales (al punto que el narco “Chepe” Santacruz hizo en Cali una réplica del Club Colombia después que le negaran la entrada). Los narcotraficantes eran vistos como parias en las altas esferas, es más, a las personas que hacían parte de su círculo y se relacionaron con los narcos fueron excluidos y expulsados de los clubes sociales. (Dicen que esto le pasó al suegro de Juan Pablo Montoya).

Se podría pensar que es un rechazo de la alta esfera hacia la criminalidad, pero no hay que ser fiscal para saber que un gran número de personas que pertenecen a ésta se reparten los grandes contratos del Estado a cambio de financiación electoral, evaden impuestos, utilizan “inside information” para sacar provecho en el mercado accionario, se apropian de terrenos por donde está diseñado el trazo de una nueva carreteras o/y compran bodegas donde se va constituir una zona franca. Es una elite que castiga los crímenes violentos, pero convive y coexiste con crímenes de cuello blanco. Claro que rechazan la violencia que viene de la mano con el narcotráfico, pero parte de su molestia está que un mestizo, de poco modales, puede acceder a los mismos espacios a los que ellos acceden (Como también les molesta los “levatados”, así su fortuna sea legitima).

El problema del clasismo va más allá de las elites, se puede argumentar que en todo el mundo éstas son clasistas, pero el clasismo en Colombia es tan arraigado que gente de clase media también empiezan a cometer actos clasistas.
Muchas personas clasistas de clase media confunden lo elemental, cuando hay escándalos de grandes desfalcos financieros, si el criminal tiene en su mayoría genes europeos, por inercia dicen es un tipo súper bien”. Es decir, se califica de bien a la persona por sus rasgos y por sus apellidos, antes que por sus acciones. Parece un mal chiste tener que aclarar que una persona sea un “tipo bien” lo determina su comportamiento y no su ADN.

Esto de “ser bien” trasciende el ADN al nombre de pila, solo el tener un nombre que se salga de los estándares de “ser bien”, es suficiente para ser excluido. No se necesita hacer un estudio para saber que Gózalo Shroeder tendrá mucho más éxito en el mercado laboral que Johan Gonzalez. En su época de académico, Alejandro Gaviria (CEDE Universidad de los Andes) sí realizó el estudio y pudo determinar que las personas “sin tocayo” ganan hasta 10% menos, y que en la medida que se comparan personas con más años de educación, la brecha se hace aun más grande.

Mucha veces se ha dicho en Colombia hay más clasismo que racismo. Esto es más grave desde la exclusión (menos grave desde los actos violentos), porque el clasismo termina excluyendo a más personas (es mayor la sumatoria de personas humildes blancas, mestizas, árabes, indígenas y afros, que lo que puede excluir el racismo). El problema del clasismo va más allá de lo anecdótico, que si un narco le rechazan la entrada a un club social. El problema está que el clasismo, diferencia y excluye, y en el “mejor” de los casos genera desinterés e indiferencia por el otro. Este clasismo puede explicar, en parte, la razón de décadas en que el Estado colombiano ha sido tan indolente con las personas más humildes. La lógica parte que las clases dominantes no se sienten relacionadas con ellos, y por esto, son excluidos de la provisión de bienes públicos o los que se proveen son de baja calidad, de manera análoga son como la azafata que al ver a una persona de piel oscura inmediatamente piensan que la persona pertenece y merece estar bien atrás.


En Colombia la discriminación va mucho más allá de la conocida y perjudicial discriminación racial contra los afrodescendiente, pues ésta también se presenta contra otros grupos étnicos como los indígenas, campesinos, y otros grupos raciales que se fueron desarrollando debido al mestizaje. Existen además otros tipos de discriminación como la discriminación social o el Clasismo, es decir la discriminación según la clase social a la que se pertenece, el barrio donde se vive, la forma de vestir, el acento, la ciudad de origen, el nivel de educación, la universidad en donde se estudió, el apellido, etc. A esta se suma también un término poco usado por los académicos de la discriminación, y es el llamado Servilismo o la enseñanza de comportamientos similares al de los "siervos" y "criados" de la época colonial, fomentados por tradiciones familiares y culturales e impulsados diferentes grupos sociales para inculcar respeto.

La discriminación racial tiene una larga historia en el país sobre todo contra las comunidades afrodescendientes e indígenas al igual que la discriminación social contra la gente de bajos recursos.
Para la gente de bajos recursos, la discriminación social de la que son objeto se debe en gran parte a la falta de educación que los posiciona en una clase social desfavorecida. Muchos de ellos suspenden sus estudios para poder ayudar a sostener a sus familias, y los que logran terminar colegio les es muchas veces imposible lograr entrar a una universidad, pues es tan grande la demanda de estudiantes por estudiar en universidades públicas, que de los miles de estudiantes que se presentan en instituciones como la Universidad Nacional sólo uno cuantos son aceptados a través de un exámen bastante injusto diseñado para filtrar (por ejemplo preguntas complejas de matemáticas, química y física a estudiantes que quieren estudiar Bellas Artes). Así mismo el costo tan alto de las universidades privadas las hace completamente inalcanzables para ellos, e igualmente la falta de más universidades públicas. Por ejemplo el gobierno podría construir más ‘sedes’ de la Universidad Nacional en zonas remotas de Bogotá para cubrir el cupo tan limitado que hay en la actualidad y que se concentra en la sede central.

Este hueco en la educación hace que éstos jóvenes de bajos recursos queden en desventaja laboral al no tener educación universitaria y por ende en desventaja social frente a los que si logran obtener un grado universitario y sucede así que muchos de los que no son aceptados terminan haciendo oficios varios o montando negocios informales para sobrevivir o incluso uniéndose a bandas delincuenciales cuando podrían aprovechar sus habilidades como ingenieros, médicos, arquitectos, etc. y ayudar a sus familias a salir adelante. Ellos al no tener una carrera universitaria, terminan siendo discriminados por su falta de preparación, por sus bajos ingresos económicos y otros.

Igualmente la falta de Universidades en regiones apartadas hace que los jóvenes prefieran quedarse en sus pueblos, pues les sería muy costoso viajar a una ciudad como Bogotá para estudiar, con todos los costos que eso representaría.



photography: Laura Pinzon

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